UNA HISTORIA QUE SUBE Y BAJA
El administrador de un gran edificio de oficina recibía desde hace tiempo un creciente número de quejas sobre el servicio de los elevadores, especialmente durante las horas pico. Convocó a una reunión del personal que el llamo lluvia de ideas. Una semana más tarde con un gasto relativamente pequeño el problema había desaparecido. Se habían instalado espejos en cada uno de los vestíbulos de los elevadores en cada piso.
La idea dio algo que hacer a la gente mirarse a sí misma y mirar a otros
MORALEJA: Con la reflexión es aparente que hay más de una manera de ver un problema.
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